Ha pasado una semana desde que Metallica tocó en Lima por segunda vez. Planeaba hacer el apunte respectivo, pero lo hago recién por falta de tiempo.
(La foto me la robé de El Comercio....si piden que la saque, la saco)
- el primer concierto
Era 2009. Se empezaron a vender las entradas para el concierto de Metallica que iba a llevarse a cabo a principios del año siguiente. Inmediatemente las mejor posiciones volaron. Cuando me decidí, lo más cerca que podía escoger era en tribuna oriente. Me compré una.
Al poco tiempo salió la convocatoria para el Primer Encuentro por la Liberación Animal, que iba a realizarse en Uruguay. Decidí viajar y guardar la entrada por si regresaba pronto (había pedido vacaciones en el trabajo) o sino que alguien de mi casa me ayudara a revenderla y yo tratar de conseguir una entrada en Buenos Aires, Santiago o Porto Alegre.
El día que iba a comenzar el viaje junto a mi amigo Andy, cuando estaba por recoger unos volantes de Acción Antiespecista para repartir en las ciudades intermedias, tuve una mala frenada con la bicicleta de mi sobrino. Fractura de clavícula y eso me impidió viajar...y también asistir al concierto. La entrada la regalé el mismo día, ante falta de compradores (por la ubicación tal vez), a Korki, un pata ex activista.
- El 2014
En el 2013 se anunció el regreso de Metallica a la capital peruana. Era mi oportunidad para ahora sí estar presente en el concierto... Pero andaba sin mucho dinero (enseñar TKD en una ciudad pequeña no da mucho materialmente pero sí espiritualmente)... Ya en enero me salió una chambita a distancia y con lo ganado pude comprar por Internet 2 entradas en Zona B, una para mí y otra para mi flaca o para la reventa si es que ella no podía ir a Lima para esa fechas (ella trabaja en Apurímac y yo estaba acompañándola).
Al poco tiempo se difundió la noticia de que James Hetfield cazaba animales. ¿Qué? ¿No que era vegetariano? Pues al parecer dejó la carne por una cuestión de salud (para que el envejecimiento le llegue más lentamente) y no por respeto hacia los demás animales... Muchos compañeros y amigos decidieron no asistir al concierto por eso. Entonces ya no solo era el hecho de que es una banda con interés lucrativo (sus conciertos son organizados por empresarios y no por gente ligada a su escena, los líos con Napster, etc.) sino que su figura más resaltante, el vocalista, es un maldito asesino. Pero bueno, tenía que poner en una balanza lo negativo con el virtuosismo musical de sus integrantes y la trayectoria de la banda. Decidí entonces ir más atrás, gastar menos dinero en ellos. Así que una vez en Lima procedí a vender los boletos en Zona B y me compré una en tribuna norte. Asistí con una amiga (Ana), su flaka(¿o me equivoco?) y un pata suyo.
- Observaciones
1. Desde la distancia a la que estábamos (de la tribuna norte a la sur donde estaba el escenario), los músicos se veían como hormiguitas con instrumentos. Bien podrían haber puesto a participantes de Yo Soy en su reemplazo y un video de Metallica en otro país y nosotros no nos hubiésemos dado cuenta.
2. A lo señalado anteriormente, se suma que el sonido no es espectacular a esa distancia. La conclusión a ello es que a un concierto o se va cerca o no se va.
3. ¡Qué aburridos (por no decir otra cosa) aquellos que van con un polo (camiseta/remera/playera) de la banda a la que van a ver. Es como los que usan sus polos con la "marca Perú" o algún distintivo del país estando dentro de él. Osea, sí, ya sabemos que te gusta Metallica, por eso estás ahí. Podrías haber ido con un polo de otra banda, ¿no?
4. La tribuna oriente estaba casi tan vacía como cuando Alianza jugó contra Cristal y esa tribuna supuestamente iba a ser llanada por la hinchada grone.