La COP 20 en el país donde los controles ambientales son ‘trabas a la inversión’
Delegados de los países participantes, activistas y miembros de organizaciones ambientalistas: sean bienvenidos al Perú para conversar y debatir sobre la amenaza del cambio climático. Sepan que nuestro país no contribuye con emisiones significativas de gases de efecto invernadero. Ni siquiera nos aproximamos al 1 % de lo que producen Estados Unidos o China, no porque tengamos una industria más limpia que la de estos países o porque hayamos logrado prescindir de los combustibles fósiles para generar energía, sino porque, en realidad, casi no tenemos industria (nuestra economía se basa en la extracción de recursos naturales, como en la colonia) ni cantidades exorbitantes de vacas que generen metano tras consumir maíz y soya transgénica hasta que llegue el día en el que serán asesinadas.
Este país que os da la bienvenida tiene el honor de contar en su territorio con la quinta ciudad más contaminada del planeta (La Oroya, ciudad minera donde los habitantes, niños incluidos, tienen altos niveles de plomo, azufre y otros en la sangre) y con la capital más contaminada de Latinoamérica (según datos de la OMS), gracias al combustible de pésima calidad y a las facilidades para importar vehículos viejos (y ponerlos a trabajar en el transporte de pasajeros), otorgadas desde la dictadura fujimorista.
Podremos tener indígenas (awajún, wampis) procesados judicialmente por el enfrentamiento que se produjo con la policía -muertes incluidas de ambos bandos- cuando defendían su territorio de la imposición extractiva (Baguazo); podremos tener un pueblo (Choropampa) lleno de personas afectadas por un derrame de mercurio del cual la trasnacional implicada (minera Yanacocha) no se hace responsable desde hace más de 14 años y más bien quiere iniciar otro proyecto de extracción de oro y cobre vaciando unas cuantas lagunas; podremos tener un registro de más de 200 muertos en conflictos socioambientales con el Gobierno anterior y cerca de 40 con el actual, además de otras decenas de lisiados de por vida y millares de heridos, golpeados y/o humillados; podremos tener una policía con licencia para matar (Ley n° 30151, promulgada especialmente para imponer proyectos extractivos a sangre y fuego); podremos tener operando miles de mineros ilegales que depredan la Amazonía para extraer oro y que contaminan sus ríos con mercurio; podremos tener traficantes de madera, de animales, de contaminante cocaína (en el proceso se usa kerosene, entre otros tóxicos que son arrojados a los ríos), operando con absoluta impunidad; podremos repetir hasta el cansancio que “vamos a destrabar las inversiones” y lanzar un paquete de medidas para “reactivar la economía” que consisten en reducir el tiempo de elaboración de estudios de impacto ambiental (EIA), exonerar de EIA a los trabajos de exploración petrolera, reducir las sanciones a las empresas que contaminen (a un 35 % de lo actual… “¡Vamos, contaminen, pero no dejen de invertir en nuestro país!”), es decir, “quitarle las trabas a la inversión”; pero, eso sí, en cuanto a cambio climático, nuestras emisiones son insignificantes (!apláudannos!).
Originalmente publicado en: http://revolucionzine.wordpress.com/2014/11/23/cop-20-en-el-pais-donde-los-controles-ambientales-son-trabas-a-la-inversion